lunes, 12 de enero de 2009

puede que me replantee si me gusta onetti

no sé si me gusta o me disgusta que un chavalín que se parece a albert plà y de mi ¿misma 5ª? me muestre manisfiestos con los que comulgo, verdades absolutas o escriba versos de los que quisiera la autoría... hache y yo sabíamos que pocas cosas más maravillosas hay que descubrir a través de un amigo un poemario y nos pagábamos desayunos en el wheelan's a la salud de las obras y los hallazgos... reconozco que a mí poco me gustó lo que leí de onetti en el instituto y que no le dediqué un segundo más en la universidad -poco tiempo hay para leer a quien no te gustó la primera vez- pero batania (hoy he visto que tiene otros mil espacios altísimamente recomendables y yo no llego a lidiar con éste) me ha vuelto a dar un bofetón con otra de sus muestras... no sé si al final le declararé sin tapujos amigo o enemigo por 2 razones: por los celos y porque además no me permite compartir con él su acto íntimo de pintar las paredes (tal vez si convenzo a iratxe y le saco sin que se dé cuenta una foto a su espalda cambie de opinión). de todos modos, lo de la guerra, supongo que dependerá de si me queda bien o no la camiseta neorrabiosa.
extraído el jueves 8 / 01 / 2009 de cuchillos cachicuernos:

Decálogo más uno para escritores principiantes, de JUAN CARLOS ONETTI
I. No busquen ser originales. El ser distinto es inevitable cuando uno no se preocupa de serlo.
II. No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo.
III. No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda.
IV. No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en la dulce novia o esposa. Ni siquiera en el lector hipotético.
V. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engañar.
VI. No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo.
VII. No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, hoy son genios.
VIII. No olviden la frase, justamente famosa: 2 más dos son cuatro; pero ¿y si fueran 5?
IX. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario.
X. Mientan siempre.
XI. No olviden que Hemingway escribió: "Incluso di lecturas de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo más bajo en que un escritor puede caer."

6 comentarios:

Adolfo González dijo...

Demasiadas órdenes. Y, además, negativas, prohibiciones: no a esto, no a lo otro... Esta vez apunto lo siguiente:

Si eres poeta con dos manos harán tu decálogo los diez dedos de tu espíritu, decálogo sagrado lo seguirás siempre, inevitablemente, incluso si algún día te quedas manco o con una sola mano física.

Adolfo González dijo...

...decálogo sagrado que seguirás siempre...(y no "decálogo sagrado lo seguirás siempre")

Abrazos

DEBORAH VUKUSIC dijo...

adolfo, tú como yo siempre echando la meadita y poniendo los puntos sobre las íes... a mí en realidad no me gusta lo exhortativo sino lo contundente... un besazo

Adolfo González dijo...

A mí es que me jodería que algunos potenciales pudieran creerse cosas de este tipo y limitar así su propia creatividad.

Por otro lado, me encuentro más afín al manifiesto batánico, que utiliza el infinitivo-más jugoso y poético que el imperativo-que al de este otro señor, por mucho nombre consagrado que tenga.

uminuscula dijo...

pero qué mona eres, re cariñosa..
mua..

Adolfo González dijo...

La u minúscula ha dicho algo cierto. Gracias por tu besazo; contundente, me ha gustado.

Dos para ti.