un pequeño estímulo, nada más. no se trata de reconocimiento pero eso de que el trabajo dignifica para mí es real. sí, quizá sea reconocimiento. al fin y al cabo siempre he dicho que triunfar en mi profesión es tener trabajo... y ahora sonrío y me arreglo y ensayo y viajo y tengo ganas de hacer cosas y voy cantando y silbando por la calle y eso es síntoma de que me encuentro bien. un pequeño estímulo, nada más. un par de llamadas, un papelito en una serie, un proyecto teatral y regresa la Vuk de siempre, como el Fénix de las letras pero sin Lopes pedorros [me refiero a la peli porque ya quisiera escribir una décima parte como y de lo que escribió el (Meta)"Carpio"]. como he seguido asistiendo a los conciertos en verano y he dedicado mi tiempo a leer de forma desmesurada, me apetece alejarme de este cuaderno de bitácora tan cursi para abrirme otro de tipo "nuevas tendencias" (aceptando lo hortera y pretencioso del título), que se convierta en una especie de cajón de sastre para la crítica musical "personal", la moda y la literatura con un toque gamberro. DEBO cambiar de onda: año (escolar) nuevo, agenda y propósitos nuevos. este cierre de temporada me ha servido para recargar baterías y replantearme mi lugar en el mundo. agradezco honestamente los mensajes de apoyo recibidos, aunque nunca los conteste, porque han sido los quitacapas de esta cebolla llorona que firma. como ayer no paraba de repetir Leonard Cohen, plagio su humildad y me arrodillo y me quito el sombrero ante Uds. por ser un salvavidas con luz propia en la noche oscura. fff. creo que por mucho que lo intente no podré evitar el aire cursi; menos mal que en mis libros ese aire se lo lleva el viento.