ayer se unieron seis voces diferentes
seis voces de mujer
seis caras, seis cuerpos
canon hermoso y sencillo
múltiples ideas
cosmovisiones
en 10 minutos de poemas
y esto es lo que escribe inma luna al respecto
inma, la dulce
(seguro que usa ropa interior verde)
Seis mujeres, seis ritmos
No siempre sucede pero, a veces, las diferentes voces se caen simpáticas. Se escuchan las unas a las otras. Las palabras se dan codazos de complicidad, se miran, se huelen, se aspiran satisfechas. No ocurre siempre pero, a veces, por casualidad, las orillas se acercan de verdad y todo encaja. Eramos seis mujeres apoyadas en una barandilla. Seis mujeres tan sólo casualmente. Con cosas diferentes que contar. Con voces que salen de adentros distintos. De pies y brazos y cabezas y cuerpos divergentes. Pero hay relajo en el ambiente y ganas de contar. Las seis que bailan al sol lo hacen con varios ritmos pero la danza resulta armónica.
seis voces de mujer
seis caras, seis cuerpos
canon hermoso y sencillo
múltiples ideas
cosmovisiones
en 10 minutos de poemas
y esto es lo que escribe inma luna al respecto
inma, la dulce
(seguro que usa ropa interior verde)
Seis mujeres, seis ritmos
No siempre sucede pero, a veces, las diferentes voces se caen simpáticas. Se escuchan las unas a las otras. Las palabras se dan codazos de complicidad, se miran, se huelen, se aspiran satisfechas. No ocurre siempre pero, a veces, por casualidad, las orillas se acercan de verdad y todo encaja. Eramos seis mujeres apoyadas en una barandilla. Seis mujeres tan sólo casualmente. Con cosas diferentes que contar. Con voces que salen de adentros distintos. De pies y brazos y cabezas y cuerpos divergentes. Pero hay relajo en el ambiente y ganas de contar. Las seis que bailan al sol lo hacen con varios ritmos pero la danza resulta armónica.
A Déborah Vukusic la conocí ayer mismo. Y…, uf, tremenda niña. Acaba de publicar “Guerra de identidad”. Aún no lo he leído pero lo tengo que hacer ya mismo. Después de lo que he escuchado de su boca, no pienso perderla de vista. Es una de esas osadas que no se olvidan.
Gracias inma...
éramos o fuimos:
Mada Alderete (“La casa de la llave”)
Silvia Rodríguez (“Shatabdi Express”)
Verónica García (“Lapso”)
Ana Pérez Cañamares e Inma Luna (muy grandes)
Ana Pérez Cañamares e Inma Luna (muy grandes)
y servidora
acercando orillas
cuando yo misma soy una isla
con ganas de náufragos
o de puentes
encalló
el barco encalló
sólo bailaron los libros al sol
surgieron ideas de unir las voces
y ofrecerlas al mundo
para los vagos de ojos pero no de oídos
para los que prefieren ver que escuchar
o para compartir sensorialidades
dos regalos en uno
el libro
y las voces reunidas
acercando orillas...
acercando orillas
cuando yo misma soy una isla
con ganas de náufragos
o de puentes
encalló
el barco encalló
sólo bailaron los libros al sol
surgieron ideas de unir las voces
y ofrecerlas al mundo
para los vagos de ojos pero no de oídos
para los que prefieren ver que escuchar
o para compartir sensorialidades
dos regalos en uno
el libro
y las voces reunidas
acercando orillas...
4 comentarios:
vaya q es una pena,
ya digo que ana la conozco y es uan maravilla, a verónica la oí muchas veces en el bukowski club,
y mada e inma las vi anteriormente
en una present parecida que hicieron en traficante de sueños,
a silvia no tube el la ocasión de escucharla ni leerla a ti tampoco,
pero bueno, como ya sé dónde estáis
procuraré- y de hecho lo haré- empaparme de vuestra poeSÍa.
un abrazo.
Gracias, Déborah (y gracias, Gsus, como siempre, compañero). Yo disfruté muchísimo el otro día. Fue un sorpresón escucharte. A ver si coincidimos pronto. BS
Ea, guapa, la primera de muchas, espero y deseo. Ya tengo tu libro.
Muas!
gracias... es un placer encontraros en aquellas y estas orillas... con lo secreto que lo tenía...
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