lunes, 19 de enero de 2009

back in madrid

ayer dejé vigo
comí con la abuela
y monté en autobús

con ojos tristes vi tres películas

the dead girl

the big white

pregúntale al viento

llegué a madrid
me cabreé por tanto raggeton
a grito pelao en el metro
y al entrar en casa
abrí con ansiedad cuatro paquetes:
mi cartera con las notas
2 libros de daniel bellón
el especial creatura
y 4 libros + 4 plaquettes de littera libros

salí a por aire
la casa se me caía encima
llamé a un colega
que me regaló
un pañuelo y un oído
y la vuelta al día en 80 mundos

me acosté con el dolor de cabeza
de demasiados vinos in my mind
y una bolsa de plástico al lado
por si acaso

dormí poco y me despertó la lluvia

ahora se abre un claro


no entiendo

no entiendo este clima
ni cómo funciona mi alma

pero tampoco comprendo
la ausencia del arco iris

1 comentario:

Adolfo González dijo...

El alma se entrena. La poesía es el entrenamiento más intensivo. Y el teatro supongo que también debe de ser bueno. Lo importante es que el cuerpo no se sienta descolocado... Entonces el alma está funcionando. Me parece que se trata de algo así. Un abrazo.