como estos días estamos metidas en un proyecto (todavía secreto) me he puesto a leer y a recordar algunos viejos libros del instituto. supongo que una es consciente de una maravilla cuando la maravilla no envejece. este poema de Josefina de la Torre refleja a la que era entonces y la que soy ahora... por él sí que no pasa el tiempo.
¡Gritar, gritar, defenderme
sola, sin brazos, sin luz!
Voz de abierta noche amarga,
dominadas rebeldías.
Gritar. ¡Mi garganta única!
¡Cuerda de luna y de sol!
¡Vibrante nota del aire!
¡Claro mar del horizonte!
¡Oh, si! Gritar al encuentro,
brazos desnudos de arenas,
conquista de lo imposible.
No quiero cadenas muertas,
inmovilidad culpable.
¡Libre, libre, libertada!
¡Mía, solamente, mía!
2 comentarios:
Ha sido leerlo y pensar en los Versos del Capitán.
Hay cosas que no cambian nunca para el poeta, el que lee poesía y para todos los demás; y ( casi) todos, alguna vez, nos hemos sentido cerca de lo que desprende el poema - el olor, el sabor, el deseo -.
Saludos cordiales desde BCN.
Acabo de darme cuenta de que he comentado como Jove Kovic, nick que uso junto al de Jorge Arbenz. Discúlpeme por la posible confusión.
Reciba de nuevo mis saludos.
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