lunes, 5 de abril de 2010

la procesión va por dentro

terminábamos las funciones el domingo 28 de marzo con la resaca del día internacional del teatro. pasamos de la alegría de tener el aforo completo a comprobar la tristeza de la escasa mitad y nos despedidos parcialmente, nos fumamos lo que no había, tocamos las últimas notas del equipo pero todavía nos quedaban asideros, pequeñas acciones que cumplir, algunos objetivos que alcanzar, me iba a ferrol a grabar un docu thriller sobre la semana santa descubriendo misterios y pasiones. y entonces llegó. no lo pude alejar, ni evitar. llegó la llamada de mi padre el último día de rodaje, llegó la angustia, llegó el efecto barranco, todo junto, sin conservantes ni colorantes, sin alteraciones, llegó ese bajón, ese descenso a los infiernos, las ampollas en los pies, el puto nazareno que se instala en el interior, en el hueco que quedaba aún libre de daños. llegó para asertar la frase de la saeta: la procesión va por dentro.
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ahora dejo pasar el tiempo. recuerdo esas vitaminas vitalistas del trabajo, la jalea real del jaleo real, el ginseng de los viajes, los paisajes y la falta de sueño. ahora recuerdo a mis compañeros y su arte y sus ojos, recuerdo verme caracterizada con múltiples esencias y mi brillo y mi risa. ahora pido citas, llamo a amigos, echo de menos, reviso fechas, busco médicos, sueño curros. ahora que ha terminado la semana santa y ya he visto a mi familia y sólo me queda un ordenador (¿personal?) que me consuele entiendo la verosimilitud de la frase: la procesión va por dentro y eso que sabes que ya no creo en nada.

1 comentario:

Gsús Bonilla dijo...

Venga, anda, vamos a sacar la sonrisa x la calle lo mejor que se pueda. Que no se note que la procesión vaya x dentro; porque puestos a elegir preferiría que la procesión fuese x por fuera y no por dentro; más visual todo, más bonito, menos doloroso; adentro todo siempre es más oscuro, y hay días que da hasta miedo.
un bso.








culaki