domingo, 24 de mayo de 2009

las palabras de mis amigos sobre estos días...



"Aunque uno es consciente de sus limitaciones escriturales, he tenido la suerte de escribir el prólogo para 3 de los poemarios más potentes que se han editado en las últimas semanas, y si digo suerte es porque estos 3 poemarios de que hablo los han escrito 3 poetas con los que, además, me une una buena, gran amistad. Así que sin más demora empiezo por el primero de ellos. Se trata de Cuadernos de Batallas, de Déborah Vukusic, mitad croata, mitad gallega. Este poemario junta, en realidad, 2 poemarios de DébGuerra de identidad y Cuaderno de batallas, que a mi juicio son inseparables el uno del otro." 

Cierto día, hace ya unos años, cierto colega me preguntó: Si te invitan a dar una lectura en Polonia y solo asiste una persona, una sola persona, a escucharte, ¿tú qué harías? ¿Leerías o suspenderías la lectura? No tuve la menor duda al responderle: Leéría para esa sola persona como si la sala estuviera llena a reventar. Cuento esto porque ayer, en Lavapiés, en la librería Traficantes de Sueños, en el inicio del ciclo Poesía que no cede a la hipnosis, estaban los que siempre cumplen conmigo, los que nunca me fallan, a los que de verdad les gusta mi poesía (sin contar, como es natural, a mis colegas de Fuenlabrada, a los que veré mañana en el Ácido Tour). Y entre las 10 o 15 personas que acudieron ayer a la presentación de Loser, como digo, los que siempre me responden: José Ángel Barrueco y MartaJavier DasMario Crespo, Miguel Ángel Martín,Toño BenavidesHasier Larretxea y, por supuesto, mi editor, Pepo Paz Saz, y para de contar. Bien, como comprenderás, una cosa es ser bueno y otra gilipollas. Y me explico: si después de 19 libros editados y después de que la presentación de ayer se anunciara en numerosos blogs, en Facebook y también en un mensaje que le mandé a una serie de gente, solo acudieron mis auténticos amigos, eso solo puede significar una cosa: Mi poesía no le interesa ni a Dios y sería de gilipollas continuar con esto. Y no pienses que estoy mosqueado o rebotado, solo estoy decepcionado, nada más. Y, joder, no me valen las típicas excusas: era miércoles, era mala hora, hacía mucho calor... Y digo que no me sirven porque yo en condiciones mucho peores he acudido a cantidad de presentaciones (de hecho tengo la espalda jodida y eso no me ha impedido tirarme 6 horas en un autocar) y siempre he procurado ayudar o echarles un cable a la peña que empieza en esto de la poesía, cosa, que salvo las lógicas excepciones, nadie hizo por mí cuando yo empecé a editar mis primeros libros. Si por alguien lo siento es por mi editor, por Pepo Paz Saz, que ya desde el año 2001 no ha dejado de apostar por mi poesía, como ayer mismo dijo durante la presentación de Loser. Sé que alguien dirá: Joder, David, que hoy jueves también presentas tu libro junto al de Déborah Vukusic y los que no fuimos ayer, iremos hoy, o mañana a Fuenlabrada, pero ya digo: ayer era el día en que necesitaba el apoyo, la presencia de equis personas que finalmente no acudieron, decisión, por otra parte, que respeto, pues cada cuál invierte su tiempo en lo que realmente le apetece y no hay nada que objetar a eso. Pero como digo, todo esto me hace replantearme mi continuidad en la poesía, y el tiempo que dedicaba hasta ahora a anunciar en mi blog libros o presentaciones de ciertos escritores, voy a dedicarlo ahora a subir poemas de poetas no conocidos o casi desconocidos por estos lares, y voy a dedicarlo a escribir esa novela que siempre, por uno u otro motivo he ido posponiendo. Esta tarde acompañaré a Déb en la Casa del Libro de Fuencarral pues a pesar de todo yo soy un hombre de palabra y porque la poesía de Déb me parece muy, pero que muy buena. Y mañana, en Fuenlabrada, participaré en el Ácido Tour, y como ya saben los que me conocen bien, lo daré todo, como siempre hago, aunque unas veces me salga mejor y otras peor. Pero lo daré todo. 

Antes que nada: mi inmenso agradecimiento hacia Iñaki Echarte Vidarte, que nos preparó una presentación a Déborah Vukusic y a mí que es como para quitarse el sombrero. Y me lo quito. Nuestros libros en el escaparate de la Casa del Libro de Fuencarral, nuestros libros dentro, y un montón de colegas: Javier Das y José Ángel Barrueco, con los que Déb y yo fuimos a comer el menú del día a un sitio con un nombre que me describe muy bien: el Gañán. La comida estuvo de puta madre. ¿Qué te voy a contar de Jab y de Das que no sepas? ¿Y de Déb? Esta tía es la vitalidad personificada: siempre con una sonrisa en su hermosa cara, siempre con algo que contar, siempre en su sitio, que es el nuestro. Y con un poemario que es una auténtica pasada y del que, junto al libro de Jab y Das, escribiré la semana que viene. Después de comer ya fuimos caminando hacia Fuencarral, aunque antes nos paramos a tomar café en no recuerdo el nombre de qué café, y de allí a la librería donde presentábamos nuestros libros y a la que acudieron unas pocas más personas que a mi present del miércoles: Juan Antonio Mora, director de la revista La Hamaca de Lona; mi hermano de Illescas, Andrés Ramón Pérez Blanco, el Kebran; Ángel González González, Javier Belinchón y Melodías, Mar y Marta, Marcus Versus (editor del libro de Das y Jab: No hay camino al paraíso), Gsus Bonilla (con quien comparto cartel esta tarde en Fuenlabrada) y, como es natural, Pepo Paz Saz, mi editor, que quedó impresionado con la lectura de Déborah Vukusic, y no es para menos, pues Déb es, hoy por hoy (seguida muy de cerca por María Couceiros), la mejor poeta que he visto nunca recitar, con una fuerza en sus versos que te pone la carne de gallina, y con la que me sentí muy a gusto recitando: 2 poemas ella, 2 yo y así hasta que se terminó la lectura. Luego, firmamos unos cuantos ejemplares de nuestros respectivos libros, nos sacamos unas fotos junto al escaparate de la librería, con nuestros libros en medio, fotos que subiré a este blog en cuanto llegue mañana a la ciudad gris. Luego, como ya viene siendo habitual, a un mesón a celebrarlo y de allí, Gsus Bonilla, Ángel González González, el Kebran, Déb y yo nos fuimos al recital poético musical de la Vida Rima, colectivo que, según me comentó el Kebran, empezó a tomar forma cuando lo del tributo que mi hicieron en Illescas hace tiempo. Por allí andaba Isabel Mellado, con su nuevo libro, editado por Ya lo dijo Casimiro Parker y del que hablaré la próxima semana. También Patty de Frutos que llevaba un vestido en el que llevaba cosido a la espalda mi poema "Manos". Y Gloria Gil Romera, y... A eso de las once, machacado ya, me piré, sin despedirme de nadie, junto a Ángel González González, que me acompañó hasta la misma puerta del hotel en que me alojo. No me despedí de nadie pues, al menos en la ciudad gris, cuando está con colegas y quiere irse se da por supuesto que no hace falta despedirse. Pero también porque ya estaba a punto de liarme y esta tarde tengo que recitar en Fuenlabrada, en el Ácido Tour, y después de la que ha preparado mi amigo Esteban Gutiérrez, no me apetecía nada llegar allí con resaca y echo polvo. El caso es que a eso de la una de la madrugada ya estaba sopa, y a las siete en pie. Estoy aprendiendo algo: a dosificar mis energías, a no liarme como solía hacer antes, y no es solo por la edad o por la puta diabetes... Si quieres leer algo más de esta lectura y de la de ayer, puedes entrar en el blog de Vukusic, o pinchar en este enlace que te lleva al blog de Javier Das.
Y como es natural, mi gratitud a toda la gente que acudió a escucharnos a Déb y a mí. Y bueno, mañana, desde la ciudad gris, si no llego muy machacado de las casi seis horas de viaje, ya escribo sobre lo que suceda esta tarde en la fiesta poética que va a tener lugar en Fuenlabrada, en el Mesón Nuevo Canete, Plaza del Poniente, Fuenlabrada.
Lorca leyendo LOSER de David González en la Plaza de Sta. Ana, Madrid. 23 de mayo de 2009. Foto sacada por el autor.
Es difícil, hasta para un escritor, trasmitir la magia que se logra cuando se comparte una pasión con un buen grupo de amigos. Os podría decir que la sensación es única, que debe ser algo parecido a eso que llaman felicidad, pero lo cierto es que es un sentimiento de plena satisfacción interior.

Antes de iniciar la crónica lo primero que quiero (y debo) hacer es dar las gracias a David y a Tere, del Mesón Nuevo Canete, que se portaron espléndidamente con nosotros, que nos facilitaron todo y que luego nos dieron de cenar (y de beber) de su maravillosa cocina casera. Gracias, amigos, por ofreceros vuestra casa para las próximas reuniones (que las habrá, porque el mesón será sede del ÁCIDO TOUR mientras vosotros estéis allí, y, ya adelanto, en la próxima ocasión la fiesta se completará con música en directo después de las lecturas), muchísimas gracias por todo.

El ÁCIDO TOUR es más que un recital de poesía, es más que una fiesta, es unir almas en un proyecto común: la poesía como forma de vida. En todo momento flotó en el ambiente ese espíritu que la gente de La Vida Rima logró crear en el Buko, o que el Kebran logra en Illescas con suPoesía en los Bares, esa sensación de hermandad que nos aúna y nos diferencia de muchos creadores que se creen montados en el “machito” y nos miran desde un púlpito inexistente.

Como ya se dijo, no sólo los reflejados en el cartel leerían, porque el cartel era una excusa para reunirnos en torno a la presentación de los libros deDavid González (LOSER), Javier Das y José Ángel Barrueco (NO HAY CAMINO AL PARAISO) o Isabel García Mellado (TIC, TAC, TOC TOC). Acudieron muchos otros poetas como Chema BarredoJavi (que vino desde Aranda sólo por el placer de compartir esa magia), Luisa Fernández, Deborah Vukusic, Inma Luna, David V, Marcus Versus.; y amigos como Diego, Álvaro, José E., y muchos más a los que no conocíamos y que se acercaron a escuchar nuestras propuesta literarias.

Quedó claro desde el inició que aquello iba a salir bien, porque nuestra máxima expectativa era disfrutar de la amistad y de la poesía. Así las cosas, nada hubiese hecho fracasar una noche como la de ayer.

Lo denominé ÁCIDO TOUR porque mucha de nuestra poesía irrita las gargantas cuando la declamamos y tiene la facultad de corroer almas si alguno de los versos llega al oído interno del oyente, del lector. Y la corrosión llegó cuando subieron al escenario Antonio Diez, María Jesús Silva, Hasier Larretxea, Gsús Bonilla, Deborah Vukusic, Inma Luna, Luisa Fernández, Isabel García Mellado, José Ángel Barrueco, Javier Das, David González y quién escribe esta crónica. El nivel poético, amén de la implicación y predisposición de pasarlo lo mejor posible, hizo que la hora y media larga de recital pasara volando para todos.
Marcus Versus logró vender casi toda la maleta que traía llena de libros de su Editorial Ya lo dijo Casimiro Parker (no me lo puedo creer, me dijo) y del LOSER de David González.

Después de las firmas de libros, la buena gente del Mesón Nuevo Cañetenos montó unas mesas en la plaza, todas juntas, una hilera de círculos que hacían la vez de mesa redonda alrededor de la que cenamos. Hablamos de poesía, claro que sí, y de muchas cosas más; nos reímos, carcajadas de extremo a extremo, que se transmitían con la fuerza de las olas; cantamos una canción de los Chichos cuando aparecieron por allí los gitanos con el órgano y la trompeta (Vuk hizo de cabra), y disfrutamos de eso que pocas ocasiones nos ofrece la vida, de una verdadera amistad.

Aguantamos los rayos y truenos que hacían presagiar la tormenta para que llegase el día siguiente y, en los primeros segundos del 23 de mayo, nos rompimos las manos cantándole a Vuk su “cumpleaños feliz”, y nos dio la sensación, a todos, que este nuevo año sería para ella un gran, un grandísimo año lleno de sueños satisfechos.

El licor de ron con miel circuló endulzando todos los vasos, y los brindis (por la poeSÍa y el rock; para que esto se vuelva a repetir; por nosotros, qué cojones) cerraron la velada.

Luego desfilamos cada uno para su guarida, con la sonrisa pintada en la boca y los ecos de las risas, de los poemas, de las palabras bienintencionadas tras de nuestros pasos. Sí, con esa sonrisa que nos caracteriza, la sonrisa despeinada de ir en contra de los vientos.
Las fotos del ÁCIDO TOUR aquí


No hay comentarios: