mi amor no me llama y me siento triste
y hoy llueve
llueve mucho
no para de llover
berlín, madrid, santiago
BERLÍN, madrid, santiago
cuba, madrid, santiago
berlín, madrid, santiago
santiago
berlín, berlín, berlín
hago listas como la bono
listas para sacar conclusiones
listas cuyos items desequilibran los lados
y me quedo igual
tan ancha
tan confusa
leo una revista de libros
salgo junto a szymborska otra vez
los periodistas confunden b y v
nobel con novel
pienso en regalarles un manual de orto-grafía
y me salen los colores
pero yo
nunca escribo si no me grita la necesidad
sólo pienso
no valgo nada
no valgo nada
no valgo nada
he tirado a la papelera mis últimos vómitos
y no hay reciclaje posible
mañana no existe nunca
la música electrónica me hace razonar
bajo a la calle
en mi casa han hecho una pintada:
mil máquinas nunca harán una flor
camino
en el paso de zebra han puesto una plantilla:
la tercera guerra mundial no sé cómo será
la cuarta se hará con palos y piedras
me quiero meter en la cama
regreso
subo a casa
hoy que llueve
llueve mucho y mi amor no me llama
que no escribo nada a derechas
y las listas siguen sin funcionar
es más bonito el silencio
mucho más bonito
el silencio
7 comentarios:
Ah, qué bueno.
Abrazos.
Pues la lluvia y el silencio de su amor le sientan maravillosamente a su poesía.
Saludos muy cordiales.
Me gusta, Vuk.
Besos.
De acuerdo a tope con Jorge Arbenz. Para no valer nada escribes de la leche.
Bien, ¿callarse? Puede ser. Pero quizá después de haber dicho cosas como éstas...
Lo contrario -opino- sería un tanto imperdonable. ¡Con la de ruido que hay siempre en el mundo!
Buen poema.
Por cierto, un saludo. Siempre.
Lágrimas invisibles
(A Paula Grau)
La mujer lloraba bajo la ducha
lágrimas invisibles,
carmín y rímel difuminados por el agua
emocionalmente herida
por humo de cigarrillo fumado sin prisa...
La mujer lloraba bajo la ducha
lágrimas invisibles,
que caían sobre los arañazos de tinta
en su espalda,
gotas inmisericordes a cámara lenta,
como en una antigua película de los años 40,
-¡donde la expresión reinaba sobre la palabra!-;
luces crepusculares
enredándose entre sus dedos
serpenteando como viejos deseos...
noche que emborrona un alma cansada
como mariposa tatuada en vuelo infinito
o reposado
como calma aparente
tras las emociones de una tormenta...
en la trastienda de los sentimientos
donde las lágrimas se tornan invisibles
bajo el agua de la ducha.
besos, Vuk
Vara
Bueno, bueno el poema, mujer que trastea cuando llueve. Me alegra verte con Szymborska, al menos en Cracovia y alrededores estarás protegida, aunque no te llame tu amor (los amores también tienen días de lluvia).
Viva tú.
C.G.
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