lunes, 10 de mayo de 2010

insomnios 3: Tavares, Medel, Reyes y Popelka

el miércoles antes de ir al ginecólogo me leo una breve selección de gonçalo m. tavares, un escritor profundo y divertido, por momentos ingenioso y a ratos delirante. me quedo ganas de leer El señor Valéry porque estas piezas me quitan con risas el miedo al médico.
al regresar a casa antes de hacer la maleta me leo dos cuadernillos más de otras autoras que estuvieron presentes EN EL AULA JOSÉ MARÍA VALVERDE y con los que me había obsequiado Chema Cumbreño en la estación de Mérida. Medel siempre es una imagen de otra infancia (Bellum jeans, ragazza, 5 de enero, l'enfant terrible) y un mordisco inesperado:

"(...) Soy una de ellas porque mi corazón mancha al tomarlo entre las manos, porque coincide en tamaño con el hueco de un nicho;
fresco y dulce como el de un animal, chupa mi corazón para que al morir sepan que hemos estado juntos.
Soy una de ellas porque mi corazón será abono. Porque mi sangre, que es la suya, sube y baja por mi cadáver como por escaleras mecánicas;
porque el fundamento de mi carácter, al descomponerse, se incorpora a una especie salvaje que ladra y que hiere y que te lleva a su terreno, que ignora las afrentas, que jamás se extinguirá."
fragmento de Árbol genealógico, de Elena Medel.
y Miriam Reyes es un bofetón, una caricia y otro bofetón más:
"(...) La tierra prometida es cosa de otros.
Para nosotros la arena:
Un paisaje que cambia con el viento."
una verdad aplastante:
"Las preposiciones no siempre se ajustan
deberían tener gomas en las esquinas como las sábanas bajeras
para aguantar en su sitio las convulsiones de un cuerpo.
Cuando dices que piensas en mí no piensas en mí
piensas acerca de mí pero desde lejos."
un dolor que reconozco como propio:
"Qué delgada eres
-me dijo-
y entonces yo pensé en la mujer de la foto
en sus senos grandes
y en los míos pequeños
del tamaño del cuenco que hace un hombre con su mano
del tamaño del cuenco que él hacía con su mano
cuando me dijo: qué delgada eres.

(Cuando un hombre tiembla al tocarte
no te olvidas de él.
Nunca, aunque no llegues a amarle).

Su cama estaba vacía
porque ella ya no estaba y él
acampaba conmigo a la intemperie de la sala.
Quién le daba refugio a quién
no estaba claro.

Boca arriba en el colchón
mirando la noche en el techo oscuro de la sala
con los brazos entrecruzados bajo la sábana
nos palpábamos buscando
dónde hacer el corte más limpio."

siguiendo la tónica me paso a la prosa y como me gusta la poesía de roxana me llevo dos libros suyos en prosa para los viajes... La noche previa a partir no logro dormir y comienzo Tortugas acuáticas. el jueves en el avión de ida me lo termino y concluyo que me gusta en general el libro, veo el tono personal, popelka's way of thinking porque trasluce su imaginería, su voz / sus voces, la fuerza, la rabia y me divierto simulando sus pausas mientras lo leo.
Pero no pude evitar llevarme una decepción con Todo es mentira en las películas el sábado en el autobús de vuelta. Admiro la intención, que conste: hacer una especie de guión en prosa, recogiendo (como ella misma advierte) fragmentos ya publicados en Tortugas. La cuestión es que al tener la lectura del primer libro tan tierna sentía una concentración de repetición y cansancio. Sin embargo, repito, me gusta la idea (a la que también he jugado): era curioso volver a ver unos personajes que ya se habían dibujado en tu imaginación en un contexto diferente y en evolución.

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