viernes, 17 de julio de 2009

"Postpoesía, la emoción y los poemas de Déborah Vukušić" by MANUEL RICO

Pepo, siempre tan atento, me hace llegar en un e-mail con asunto "+Debo" el link a las palabras que Manuel Rico dedica a mi Guerra de Identidad, haciendo una comparativa con Agustín Fernández Mallo (la "generación nocilla" que yo llamo "nutella's gen"). Me quedo a cuadros por la dulzura con la que este señor, el gran crítico de Babelia, trata a mi bebé: una poeta alternativa en EL PAÍS gallego y en el espacio de don Manuel. Aumentan mis días de vie en rose... Obviando la precariedad de mi situación económica, no puedo decir que viva mal ahora que soy una habita entre algodones humedecidos con cerveza. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

Postpoesía, la emoción y los poemas de Déborah Vukusic 
El juego 
Hoy me voy a entregar, en esta entrada, a un sugerente juego. Estoy viviendo, casi en paralelo, dos experiencias. Llevo muy avanzada la lectura del ensayo de Agustín Fernández Mallo (perdóneseme la rima) titulado Postpoesía con el que ha quedado finalista del premio Anagrama del género citado: voy por la página 118 y creo que mi destino es interrumpir, en breve, la lectura por agotamiento. La segunda experiencia consiste en lo siguiente: coincidiendo con la Feria del libro de Madrid, por consejo de mi amigo Pepo Paz, me leí de un tirón unpoemario conmovedor y lleno de innovaciones formales: su título,Guerra de identidad, su autora, la galaico-croata DéborahVukušic (Ourense, 1979). El juego consiste en relacionar dialéctiamente una y otra.
Postpoesía: una ficción 
Es evidente que el libro deFernández Mallo (por razones de economía verbal, FM a partir de ahora) es un valiente ejercicio de imaginación que defiende parecidos (si no los mismos) postulados que ya pusieron sobre la mesa las varias vanguardias que en el mundo han sido. Eso sí, con un telón de fondo nuevo: Internet, el mundo virtual, las tecnologías de la información y lacomunicación (también denominadas TIC). El canto al fragmento, la redefinición del lema que Marshall McLuhan(¿os acordáis?) acuñó a finales de los años cincuenta, "el medio es el mensaje" son algunos de los soportes del aparato teórico de FM. Sí, no se extrañe el lector. FM nos dice: "Ahora lo importante está en el continente, no en el contenido", y añade: "el nuevo contenido, lo fascinante, la obra de arte es el ordenador en sí, el móvil, la pantalla, y el nuevo continente es el texto que en ellos está escrito". Es decir, "el medio es el mensaje", McLuhan dixit. Y, con el argumento de que la poesía española no ha accedido a la postmodernidad, es decir, no se ha hecho "postpoesía", postula (cita textual) "la necesidad de que los poetas acometan sin complejos la deconstrucción de la poesía, única disciplina que todavía no lo ha hecho". 

Digo que el libro es en ejercicio de imaginación que parte de una premisa a mi juicio falsa: es necesario determinar qué tipo de poesía requiere la sociedad del siglo XXI, nos dice FM. ¿Por qué? La poesía del siglo XXI se está escribiendo ya. Lleva diez años escribiéndose desde presupuestos formales diversos, incluido el que él nos propone. Lafragmentariadad, el palimpsesto, el texto-mosaico, la integración/desintegración de géneros son propuestas que, con distintas variantes, han estado presentes desde los ismos deentreguerras hasta otros ismos más recientes: postismo, poesíaunderground, poesía visual, textos de la beat generation y un largo etcétera. Internet, el mundo digital, la mirada global que ello propicia sólo amplían los horizontes referenciales del poema, del texto literario (que son, en el fondo, los horizontes de los seres humanos en su lucha por la existencia), texto que se cimenta en el lenguaje escrito, es decir: en la palabra como elemento insustituible. 

La performance, el collage, la combinación de imágenes y palabras, la mezcla de signos científicos con imágenes, la integración de las artes plásticas con otras artes, de éstas con la teoría científica, etc... pueden generar productos artísticos, "arte nuevo", pero no poesía. La poesía es, a mi juicio, palabra reveladora, se construye con palabras, esos mágicos artefactos llenos de significado, y tiene una relación profunda y estrecha con las emociones más hondas del ser humano. Por tanto,Postpoesía no es otra cosa que una obra de ficción que diagnostica muy bien la realidad tecnológica en que vivimos (así lo hicieron losfuturistas rusos e italianos ante la sociedad industrial emergente, ante el maquinismo de las primeras décadas del siglo XX) y genera el paradigma falso de dar por muerta la poesía tal y como la entendemos, vivimos y sentimos. 

Y... poesía. Es decir: Déborah y su libro 
Todo esto me lleva a la segunda experiencia: el libro de Déborah. Se trata de un libro de poemas (en realidad es un libro-poema) escrito con un lenguaje directo, sencillo, pero lleno de esas difíciles iluminaciones que despuntan en ese tipo de lenguaje.Iluminaciones del idioma que encienden luces interiores en el lector, que conmueven, que lo conducen al borde (y nos es sentimentalismo barato) de la lágrima, de la compasión, de la solidaridad más honda. ¿Espostmoderna Déborah? ¿No lo es? Curiosamente, desde el punto de vista generacional, es 12 años más joven que el autor de Postpoesía:nació en 1979 y cumplió los quince años cuando los ordenadores ya formaban parte de la realidad cotidiana de las sociedades occidentales. Se ha criado en la sociedad postindustrial (hablo de occidente, porque tres cuartas partes de la Humanidad están todavía en la preindustrialcuando no en la esclavista), ha crecido en la era de la tan manidapostmodernidad y, comparada generacionalmente con FM, podría ser definida como "tardoposmoderna". Pero se pone a escribir poesía y nos habla de su memoria (que es íntima y es colectiva a la vez), de la huella turbia, dramática, cruel, que ha dejado en parte de su familia la guerra de los Balcanes, de la sombra de los asesinatos, de un criminal de guerra muy próximo sentimentalmente, del hondón de las relaciones familiares, del amor y del odio, de la infancia y de la adolescencia, de los sueños realizados y de los amputados, de vida y muerte y enfermedad y miedo, de gozo y risa también. Y lo hace con palabras que evocan, cargadas de sentido, de emoción, con verso corto y musical y seco a la vez, y nos deja boquiabiertos y nos perturba y nos pone frente a nuestros propios fantasmas. Nos sitúa, en fin, ante el espejo de lo que somos: hombres y mujeres ante el claroscuro de la existencia. ¿Acaso las nuevas tecnologías, la globalización, el mundo de Internet han acabado con esa fragilísima condición? No parece. 
Termino: ¿es posible escribir un ensayo sobre poesía de casi 200 páginas en el que la palabra emoción no aparece -así es, al menos, en las 118 que llevo leídas-?. Sí: es posible. Pero mucho me temo que el resultado sea un paradigma que no lleva a la poesía, sino a otros lugares. Probablemente a un juego de inteligencia, de imaginación que nace y muere en sí mismo. Déborah, como Miriam Reyes, comoElena Medel, como Carlos Pardo o Julieta Valero (y cito avuelapluma a algunos nuevos poetas de la era de Internet, que me perdonen los no citados) se han formado a la sombra de los nuevos horizontes tecnológicos y de la post modernidad (sobre cuyos paradigmas habría mucho que decir), pero escriben POESÍA. Moderna, innovadora, rupturista en algunos casos: pero construida con palabras cuyo sentido está arraigado en las emociones más hondas, en las grandes incertidumbres de la condición humana. Como en Juan de la Cruz, o en Eliot, o en Celan, o en Vallejo, o en Machado... 

10 comentarios:

Mario Crespo dijo...

Hola, Deb,
me ha llamado Paco Umbral, desde el cielo, y me ha dicho que ya que él no puede hablar de "su libro" que hables tú del tuyo :)

Es broma, no te me enfades...

Besos,
have a nice summer

CONTRAPOETA dijo...

Ese chico, Agustín Fernández Mallo, es un poema andante. Que ensaye, que ensaye. No le concedo ningún mérito. ¿Qué va a inventar a estas alturas? A mí me caen muy mal los frikis con complejo de sacerdote. Da más el tipo como estudiante de arte. Antes prefiero mil veces tus versos que sus teorías. Yo lo llamo Don Sindón. No tiene sitio en las legiones santas de los grandes poetas de la historia. No escribirá poemas como yo cuando esté muerto en el cementerio. Repito: antes prefiero mil veces tus versos que sus teorías.

Perdonadme todos por mis comentarios, pues así debéis hacerlo. Es que me gusta ser un incordio. He intentado caer mal. Me lo propuse y creo que lo estoy logrando.

DEBORAH VUKUSIC dijo...

Mario, me he reído de lo lindo! No te preocupes que será un honor coger su relevo.

Contrapoeta, mi abuela diría a sus pitufos: "nadie se mueve de aquí hasta que os deis las manos y hagáis las paces". Y creo que ya es momento de correr alegres por los patios.

Lo que te decía es que somos libres para opinar pero tb. que tu libertad termina donde empieza la de otro y esta frase la hago extensiva a la felicidad: Di lo que quieras pero no fastidies al de al lado. Fácil, no? Como personaje Contrapoeta está bien; ahora si la persona tb es así, no me gustaría conocerla. En el fondo somos parecidos: la abeja cuando pica, muere; el lobo siempre aúlla...

Bicos.

CONTRAPOETA dijo...

Tu abuela es sabia.

Siempre me han parecido más interesantes las gentes que no son escritores, los que no necesitan exteriorizar en papel lo que tienen dentro, los que mueren con sus virtualidades sin explotar.

Así que, antes que Agustín Fernández Mallo y antes que Déborah Vukušic, me decanto por la poesía corrosiva de tu abuela.

Conocerme a mí es muy difícil, hay que adentrarse mucho y nunca se acaba de llegar al fondo. Te lo digo yo que me conozco mejor que nadie. Mis ex-novias lo saben, saben que no acabaron de conocerme del todo. Soy un misterio sin resolver. Y así será por siempre.

Eso sí, reconozco que me gusta incordiar porque sé que da vidilla. Pero también soy muy besucón. Y también me ataco a mí mismo: soy el primero al que desprecio. En el fondo, no soy muy mal compañero...

Dylan Forrester dijo...

Querida Déborah:
Te descubro recién por la web y solo felicitarte por tu certera poesía. Espero leer más de ti. Te linkeo por mi blog.

Un abrazo...

safrika señorita dijo...

guapa, qué ganas de tomarnos unas birras más! me siento muy contenta por todo esto que te ocurre y en fin! te lo mereces! un abrazo más que fuerte desde valencia- casi camino de la india- joder! :)))

CONTRAPOETA dijo...

Ah, la opinión que yo pronuncie de tu poesía, sea positiva o negativa, no debería restarte un ápice de felicidad y de libertad en lo personal.

No sé, tal vez yo me haya llevado más palos que vosotros y por eso en mi lista de lo necesario (tu amigo Brecht) tengo apuntado con letra bien clara eso que te comento, pero comentado a mí mismo.

Una cosa es la vida y otra la poesía, aunque ambas estén ligadas en uno.

CONTRAPOETA dijo...

Y Contrapoeta es un personaje. Solamente. De la persona que lo interpreta no podréis hacer más que especulaciones.

Mordisquiños.

Anónimo dijo...

me encanta el análisis final, lo que hacemos es poesía con todas las letras, con toda su dignidad

mi enhorabuena y mi abrazo, deborah

Jara Silberia dijo...

Siempre me has parecido inmensa como para que tu poética se quedara en Madrid... las abejas y los lobos están en todo el globo y así debe ser.... ahora que subes y subes y subirás... qué más escribirte sino mi más sincera enhorabuena por tu reconocimiento en el "P"aís.

Un fortísimo abrazo